14 de febrero, 2019
Presidente de Technion visita el CNID
Un país que aloja 400 centros de investigación de las más grandes compañías del mundo; creador de tecnologías como el riego a goteo, la desalinización del agua y la microelectrónica, Israel es un innovador nato. De ahí el interés que generó, el 14 de febrero, la visita del Profesor Peretz Lavie al CNID. Se trata nada menos que del presidente de Technion, la mayor universidad tecnológica de Medio Oriente.
Desde su fundación, hace más de cien años, una cuarta parte de sus graduados han iniciado negocios. Desde 2004, los egresados del Technion han ganado cuatro premios Nobel, y dos tercios de las compañías israelíes que cotizan en NASDAQ han sido fundadas por Technion alumni. A menudo se hace referencia a Israel como «la nación del start-up», y el Technion ha contribuido más que ninguna otra institución a esa fama.
“Creo que una universidad de clase mundial que desempeña un papel tan importante en la economía de su entorno o su estado debe tener tres ingredientes: excelentes estudiantes, excelentes profesores y una declaración de misión. Una declaración de misión debe ser parte del ADN de la universidad”, explicó.
El Technion fue inaugurado en 1924, después de la Primera Guerra Mundial. Cuando se estableció el estado, David Ben Gurion, el legendario primer ministro de Israel, decidió que el Technion sería uno de los institutos más importantes para el futuro del Israel. “Entonces tomó también la decisión de qué facultad abrir primero: la facultad de ingeniería aeronáutica. ¿Por qué? Porque se dio cuenta de que esto sería importante para el futuro del estado incluso en 1954. El mismo año se estableció la industria aeronáutica israelí, que ahora es uno de los tres complejos industriales más grandes de Israel y cada uno de los 5 mil ingenieros fue educado en el Technion”, relató el profesor. Ese espíritu pionero se repitió en 1969, cuando la universidad decidió abrir un instituto de microelectrónica.
“La actitud de emprendimiento es clave en la formación de nuestros alumnos. El profesor Dan Shechtman, quien ganó el Premio Nobel de Química en 2011, ha impartido un curso durante 27 años llamado ‘Emprendimiento’ que está abierto a todos los estudiantes del Technion. Cada año, el curso inscribe entre 200 y 600 alumnos. En este curso, Danny presenta a los estudiantes los modelos a seguir de los graduados de Technion que triunfaron, y discuten tanto las historias de éxito como los fracasos. Como soy un empresario amateur, durante los últimos 20 años, he hablado en mi cátedra tanto de mi experiencia en el espíritu empresarial como en el mundo académico. Y ojalá todos pudieran ver a estos estudiantes llenar el salón con sus ojos brillantes que tragan cada palabra que dicen ¡y las preguntas que hacen más tarde!”.
Pero no sólo de la academia viene la esencia emprendedora del Technion, relata el profesor Lavie. Para él, hay factores de la idiosincrasia de su país que han sido clave en esos logros, y hace énfasis en destacarlos:
-Apuntar a lo global desde el inicio
-Actitud ganadora
-Tolerancia al fracaso
-Cuestionar todo
-Golpear todas las puertas
-Uso rentable de recursos limitados
-Enfoque de soluciones a problemas reales
-La historia corta del pasado no es una restricción
A la cita asistieron Álvaro Fischer (Consejero CNID), Marcela Angulo (Universidad de Concepción), Tomás Barros (Universidad de Chile), Soledad Gonzalez (Milenio), Víctor Grimblatt (Club de Innovación), Rodrigo Gutiérrez (U. Católica), Nicolás Luco (Periodista El Mercurio), Cristián Mosella (Innovación Sofofa), Jorge Vásquez (U. de Chile), Rafael Palacios (Políticas Públicas Sofofa), así como miembros de la secretaría ejecutiva del CNID y de la Embajada de Israel en Chile.
Luego de este encuentro, el Profesor Lavie y su esposa, la Dra. Lena Lavie, hicieron un breve recorrido por el centro histórico de Santiago, almorzaron comida típica chilena en Bellavista y por la tarde se reunieron con el Rector de la Universidad de Chile, Ennio Vivaldi, el vicerector, Rafael Epstein y representantes de la Embajada de Israel en Chile. En dicha reunión, también se conversó sobre los logros del Technion, la posibilidad de hacer un encuentro o investigación conjunta en asuntos hídricos, y sobre los aprendizajes del Technion financiando programas gracias a aportes filantrópicos.