12 de junio, 2019
Instituto Tecnológico de Resiliencia ante Desastres ITReND es presentado a miembros de Creden
Una idea nacida del corazón del CNID, está a punto de cobrar vida para hacer de Chile el país más resiliente de América. En agosto, y con un presupuesto Corfo de 6 mil millones en diez años, el instituto partirá su funcionamiento.
“A veces se critica al mundo de la academia de que nos quedamos en los papers, pero créanme que nuestro corazón está puesto en resolver problemas para Chile”. Juan Carlos de la Llera, presidente de la Comisión de I+D+i para la Resiliencia ante Desastres Naturales (Creden), eligió esas palabras para describir la motivación de Itrend, que en agosto iniciará sus labores con dos mandantes: el Ministerio del Interior y el CNID.
Se trata del nuevo Instituto Tecnológico de Resiliencia ante Desastres de Origen Natural, cuyo diseño final fue comunicado a los integrantes de Creden -quienes trabajaron dos años voluntariamente para estudiar el tema- en un desayuno el pasado 27 de mayo. Allí, más de cincuenta de las personas que participaron de la mesa durante 2016 y 2017 pudieron conocer al equipo que desde marzo prepara la puesta en marcha de este proyecto que pretende resolver las fallas detectadas en la I+D+i en temas de resiliencia, facilitar procesos de colaboración y lograr una articulación efectiva de los actores, además de crear una red nacional colaborativa mediante un trabajo mancomunado entre todos los actores involucrados.
“Después del terremoto y tsunami del 2010, 48 edificios en Chile estuvieron a punto de colapsar. Los estudiamos y nos dimos cuenta de que el hormigón no respondía con la ductibilidad esperada. El resultado de la I+D+i desarrollada a partir de eso se plasmó en dos líneas del decreto que hoy regula el estándar de construcción en nuestro país. Y el proceso para cambiarla tomó sólo 50 días”, dijo Juan Carlos de la Llera, demostrando la necesidad de empujar políticas públicas para la resiliencia. Este será un foco clave de Itrend, fomentando puntos de encuentro entre la I+D+i orientada a las problemáticas del ámbito público, que permitan incorporar la evidencia disponible al proceso de discusión y deliberación. Para ello, es necesario promover la investigación destinada a orientar la mejora continua de normativas para una mayor resiliencia.
Otras de las prioridades de ITReND:
Infraestructura de datos: En virtud de la escasa disponibilidad, alta fragmentación y falta de sistematización en el tratamiento de la información disponible para la I+D+i en resiliencia, ya se trabaja en una “Plataforma de datos para la I+D+i en Resiliencia”, dirigida por Alejandro Jofré, investigador principal del Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile. Se trata de una infraestructura pública de datos abierta que centralice todos los datos nuevos e históricos, así como también la información más relevante en temas de resiliencia. Este ecosistema sustentable de datos incorporará a agentes, organizaciones, tecnologías y procedimientos de forma interconectada e interdependiente.
Capital humano avanzado: Chile posee un dramático déficit en el número de personas dedicadas a la I+D y en particular en áreas asociadas a la resiliencia: tan sólo hay 304 profesionales especialistas. Para superar esta brecha estructural importante respecto a la cantidad de investigadores, emprendedores y personas abocadas a la resiliencia, la estrategia CREDEN propone un programa de dobles doctorados, denominados «2+2”,
un programa postdoctoral en el extranjero que permita absorber conocimiento internacional con la respectiva inserción en Chile, fortalecer las competencias locales en resiliencia a través de cursos masivos online (MOOCs), la adecuación de mallas curriculares y la reconversión de profesionales e investigadores que se desempeñan en otras áreas, generando una masa crítica de especialistas.
Plataforma experimental: Laboratorios de frontera: promover implementación de nuevas capacidades experimentales de punta a nivel mundial que permitan estudiar los fenómenos a escala apropiada e I+D+i de primer nivel.
Integrar tecnológicamente (TIC) las capacidades experimentales existentes en el país en el ámbito de resiliencia frente a amenazas naturales.
Coordinación de oportunidades: planificar el recurso experimental de forma óptima y generar sinergias entre grupos de investigadores (desarrollo de experimentos conjuntos)
Desarrollo de una industria para la resiliencia: ITReND debe contribuir al desarrollo de condiciones favorables para la innovación, promoviendo tecnologías, procesos, y servicios innovadores que aporten a un ambiente construido, económico y social más resiliente, y motivando a nuevas generaciones de emprendedores a resolver problemáticas en torno a la resiliencia. Para ello se propone:
Desarrollo de alta tecnología y continuidad operativa de industrias: generación y uso de tecnologías de punta, tanto a nivel de productos como de servicios.
Desarrollo de un Sello de Resiliencia: apuntando a mejorar el nivel de resiliencia del país, así como a generar una industria en torno a lo mismo.
En términos de plazos, el Instituto será lanzado oficialmente en agosto próximo, y en diciembre de 2010 se espera la creación de éste como nueva entidad jurídica, con Felipe Machado como director general.
LA HISTORIA
Creden se formó en 2015 como una comisión presidencial, de carácter transversal, con expertos de la industria, el Estado y la academia, para analizar los desafíos de Chile en resiliencia ante desastres naturales y el aporte que puede hacer la I+D en esa materia. Esta identificó dos grandes necesidades: hacer de Chile un país más resiliente y generar un polo de desarrollo en torno a la I+D+i en resiliencia. Para trabajar con esos dos focos, se identificaron 5 condiciones habilitantes y 14 tareas, que serán los objetivos de Itrend.
Gracias al Programa de Fortalecimiento y Creación de Capacidades Tecnológicas Habilitantes para Bienes Públicos, financiado por Corfo, el Instituto contará con un financiamiento público de 6 mil millones de pesos en diez años. En los primeros cinco años, aportarán también el Ministerio del Interior, la UC y la Universidad de Chile.
Santiago, junio de 2019