¿Qué implicancias éticas debemos mirar como país, legislar y anticipar, para que la ciudadanía se sienta protegida frente a la inteligencia artificial? ¿Cómo nos fortalecemos ante la polarización política que producen las redes sociales y la proliferación de noticias falsas que revolucionan digitalmente nuestras vidas? ¿Tiene Chile, con su potencial alimentario para plantación de semillas, la capacidad de cultivar aquello que la humanidad necesitará en las próximas décadas? 

Construir escenarios posibles a ese tipo de preguntas es el objetivo de “Chile crea Futuro”, el primer ejercicio de Anticipación del Consejo CTCI en 2023. Este consistirá en 13 reuniones técnicas entre marzo y junio, donde más de cien especialistas y tomadores de decisiones a nivel transversal imaginarán el país hacia 2050.

La primera sesión de trabajo, el jueves 9 de marzo, se realizó en la Contraloría General de la República y desafió a los asistentes a identificar los fenómenos más importantes que marcarán el futuro, las tendencias que debemos mirar como país para prepararnos y cómo lograr que nuestras políticas públicas y las decisiones del mundo académico y privado se preparen, desde ya.

No somos los primeros en preguntarnos cuáles son las tendencias que marcarán el futuro. Las más prestigiosas instituciones alrededor del mundo se las hacen de forma constante y nos dan pistas útiles porque los fenómenos más importantes tienen una característica común: son globales.

Dos son fuerzas transformadoras:

	1. La revolución digital
	2. La revolución biológica

Dos son grandes preocupaciones que les dan contexto:

	3. La sustentabilidad de la humanidad en el planeta
	4. La crisis de la democracia y gobernanza global.

En su rol de anticipación y de identificación de tendencias, el Consejo Nacional de CTCI, órgano autónomo cuya misión es asesorar al Presidente de la República,  identificó estos cuatro fenómenos en su Reporte de Futuro 2022. En base a este trabajo, es necesario, ahora, entender ¿cómo los efectos combinados de estos cuatro tendencias afectan a nuestro país? 

Esa es la invitación que el Consejo CTCI ha hecho a un grupo de personas provenientes de distintos ámbitos de la sociedad para que, a partir de la comprensión que  aporta el conocimiento, pueda reflexionar sobre esos escenarios posibles y las consecuencias que ellos traerían para Chile. De este trabajo se extraerán recomendaciones para el mejor diseño de políticas públicas que estarán disponibles previo a la discusión presupuestaria del próximo año.

¿Cómo se construyen los escenarios posibles?

Mediante un proceso de discusión dirigida, con una metodología adaptada desde el modelo STEEP, 4 grupos de trabajo compuestos por investigadores, empresarios, representantes de la sociedad civil y de los poderes del Estado discutirán qué puede implicar para Chile cada una de estas tendencias: revolución digital, revolución biológica, sustentabilidad y crisis de la democracia. Un quinto grupo integrado por especialistas y tomadores de decisiones de diversos sectores, y en base a la orientación y metodología del Consejo CTCI, sintetizará e integrará los efectos combinados para Chile de estas cuatro tendencias de cambio.

¿Qué se quiere lograr?

Proceso y resultado son igualmente relevantes. La discusión permite generar visiones comunes y la diversidad de miradas asegura una visión sistémica. Así, los escenarios que se identifican se transforman en llamados a la acción, con orientaciones claras para las políticas públicas que se diseñarán desde 2024 y respaldo experto y político para su implementación.

¿Cuándo?

Este primer ejercicio de construcción de escenarios futuros ya se inició con el reporte de tendencias publicado por el Consejo CTCI en octubre de 2022 y las mesas de trabajo sesionarán entre marzo y junio.

¿Adónde queremos llegar?

Este primer ejercicio de construcción de escenarios futuros busca transformarse en una práctica permanente, con representatividad creciente y participación ciudadana cada vez más intensiva. Un país que planifica y proyecta, como parte de su cultura, es un país que puede desarrollarse plenamente.